El 20 de marzo, a media tarde, empieza la primavera, sinónimo de aumento progresivo de las horas de luz y de que, pese a quedar aún días fríos, iniciamos el camino hacia temperaturas más agradables. Las propuestas de moda en ropa, calzados y complementos para nuestros looks, nacidas de las tendencias dictadas en las pasarelas de Nueva York, París y Milán, toman los escaparates del centro comercial. ¿Qué encontrarás? ¡Ahora te lo contamos!
Para ellos, ¡la moda vuelve a los dos mil!
Pantalones anchos, cinturas caídas que dejan ver la goma de los calzoncillos, tallas grandes —como si aprovechásemos la ropa de los padres— y piezas que dejan entrever más piel que nunca con tops de malla o punto abierto y pantalones cortos, muy cortos. Esto, además de ir de tejano de la misma tonalidad de pies a cabeza, es un resumen rápido de las tendencias para el hombre.
Añadiríamos la incombustible vida de los cómodos chándales —impuestos con la pandemia—, pero ahora con una estética ochentera, y los trajes de americana y pantalón relajados, desenganchados del cuerpo. Y, para sorpresa de muchos, el retorno de uno de los elementos formales por excelencia: la corbata.
Todo ello en colores sorbete, pinceladas flúor y tonalidades saturadas, estampados vegetales y la combinación desaparejada —aparentemente imposible— de rayas y cuadros.
Las tendencias de colores, tejidos y formas para ellas
Temporada dominada por el azul cobalto, pero con licencia también para el rosa edulcorado e infantil y las tonalidades pastel en piezas confeccionadas con lentejuelas. Abundarán los estampados realistas de flores y los motivos de corazones, así como los flecos largos en mangas y vestidos.
Lucir piel también será una tendencia en ellas: cinturas bajas en pantalones cortos o largos y en faldas, texturas ligeras y etéreas, y transparencias superpuestas que dejan entrever también la ropa interior. Precisamente puntas y blondas de la atractiva ropa interior marcarán las propuestas nocturnas.
Los toques que complementan las líneas para la mujer son las piezas con bolsillos exagerados, vestidos largos como divinidades griegas —marcando cintura y hombros— y piezas de corte histórico que con corpiños y elementos como las enaguas y los volantes acentuarán la figura.