El confinamiento total ¾que nos ha obligado a pasar muchas horas en casa¾ y el teletrabajo han revalorizado el chándal. Esa pieza de ropa, de la que las grandes marcas siempre reniegan, ha vuelto con la pandemia y la búsqueda de la comodidad. Así, se han actualizado su diseño, función y estilo, y, finalmente, todo el mundo se ha rendido ante el chándal: compradores y grandes marcas.
Las marcas de gran renombre aún lo esconden entre su oferta, reservándole un segundo o tercer plano, y no lo exponen nunca en sus escaparates, aunque el precio sea prohibitivo para la mayoría de los mortales. Pero las marcas más populares, con un abanico de precios apto para la mayoría de los bolsillos, apostaban por el chándal incluso antes de la pandemia, cuatro años atrás, con el auge del estilo streetwear. Sin pretensiones, la comodidad guía esta opción, que no renuncia al lujo. Es una pieza que ha servido a mucha gente que ha tenido que estarse muchos días en casa para asistir, por ejemplo, a una reunión telemática sin formalidades, pero con corrección. Se ha convertido, así, en una pieza polivalente.
En illa Carlemany, el centro de Andorra, Jack & Jones (planta 1) ofrece sudaderas e incluso, ya de cara al verano, versiones inspiradas en el tradicional chándal, pero con pantalón corto. Hugo Boss (planta baja) también dispone de piezas cómodas e inspiradas en este estilo más cómodo, pensadas para su público más joven y bajo sus submarcas. Hugo Boss también aplica criterios de sostenibilidad en el proceso de producción, con el uso de algodón orgánico. Levi’s (planta 1) también se une al interés de convertir la moda en una actividad sostenible.
Si te gusta el streetwear, ¡en illa Carlemany encontrarás tu estilo!