No dejéis de visitar illa Carlemany con vuestro perro. Son bienvenidos, pero deben llevarse atados y actuar con responsabilidad: hay que tener cuidado de las instalaciones, evitar el uso de las escaleras mecánicas o aprovechar el espacio reservado para las mascotas si entráis en el supermercado.
Os recomendamos que visitéis Hunter by Yorky’s -planta 2- con vuestra mascota. Aquí tienen todo lo que hace falta para su bienestar, con un amplio surtido de complementos, alimentación y servicio de peluquería.
Aunque no lo parezca, los perros también notan el calor, y mucho. De la misma forma que nosotros debemos seguir las recomendaciones y medidas si llega una fuerte ola de calor, también debemos tomar precauciones con los peludos de la casa. Los perros no sudan como los humanos, sino que lo hacen, en parte, por las almohadillas de sus patas y jadean, controlando así la temperatura corporal. Si sufren un golpe de calor, se desorientan, la lengua se les vuelve de color rojo intenso, vomitan y tienen escalofríos. Ante estos síntomas, debe actuarse rápido: hay que situar el perro a la sombra o en un lugar fresco, ducharlo al cabo de un rato -pero no con agua fría- o refrescarle con hielo envuelto en una toalla y pasándoselo por el cuello, la cabeza, las axilas y las ingles. Hay que tomarle la temperatura cada diez minutos y cuando esté estabilizado (39 °C), hay que ir al veterinario.
Paseando por illa Carlemany no os preocupéis, porque no sufrirá un golpe de calor, puesto que la temperatura siempre es buena y es un buen sitio para refugiarse de las altas temperaturas de las horas centrales del día y disfrutar, tranquilamente, de toda la oferta del centro de Andorra.