Estos días de confinamiento e incerteza por el COVID-19, queremos proponer una excursión virtual a un espacio muy especial de Andorra: el Llac d’Engolasters. Proponemos que escuchéis el murmullo de la naturaleza cerrando los ojos y abriendo el alma, y que os dejéis invadir por la paz y la tranquilidad, por la calma que transmiten el agua, el viento y el bosque.
Relativamente cerca del centro comercial illa Carlemany, el Llac d’Engolasters, con siete hectáreas de superficie, está situado en la parroquia de Escaldes-Engordany. De los setenta lagos e ibones que hay en Andorra, este es el único que está por debajo de los dos mil metros.
Desde Escaldes-Engordany y, también, desde Encamp se puede acceder al lago a pie. Además, desde Encamp sale una ruta de senderismo marcada (en blanco y rojo), de dificultad baja e itinerario corto (dos kilómetros) en sentido lineal, sin desniveles importantes. En este recorrido hay bordes, construcciones típicas andorranas, y a lo largo del camino crece un gran número de especies de flora autóctona.
El lago es un recurso natural que se utiliza como espacio natural e industrial. El Museu de l’Electricitat organiza rutas guiadas a la presa del lago, con el salto de agua más grande del país. Construida en 1934, ha sido fundamental, hasta hace poco, para la producción de energía eléctrica. En el espacio natural del lago también se desarrollan actividades de turismo activo. Cuando acaba el invierno, abre sus puertas el parque de aventures, especialmente pensado para niñas y niños.
Cerca del lago, se puede visitar la iglesia de Sant Miquel d’Engolasters, de estilo románico. Datada en el siglo XII, se conservan la mayoría de sus elementos originales y algún añadido posterior. Contrasta la altura de la nave —de planta rectangular y con un ábside circular— con el campanario de diecisiete metros
Una visita enriquecedora, ni que sea virtual, para conocer este pequeño país situado entre montañas, en el corazón de los Pirineos.
Leave a Reply