Aunque las vacaciones de verano han sido extrañas por el covid-19, igualmente hemos caído en la tentación del helado, la cervecita, la paella o las cenas, aunque fueran en grupos reducidos de familiares o amigos. Y, como cada año, cuando el verano llega a su fin y regresa todo a la normalidad —«la nueva», como se la ha bautizado—, nos damos cuenta de que dulces, bebidas y manjares sabrosos nos pasan factura. Es el momento de volver a la actividad física y a una dieta más equilibrada, siempre tomándoselo con espíritu positivo y no como una aburrida rutina.
Hay quien se refugia en el gimnasio para superar el síndrome posvacacional. Sea como sea, es aconsejable marcarse objetivos realistas, consultándolo con entrenadores profesionales. Los monitores de Next, el gimnasio de illa Carlemany —planta 2—, ayudan a escoger actividades, clases y rutinas deportivas para mejorar día a día, personalizando cada caso.
Otro aspecto importante es la alimentación. Además de escoger una dieta basada en alimentos de origen vegetal y productos que nos aportan la grasa considerada buena, como frutos secos, aguacates, pescado azul o aceite de oliva, se aconseja comer cinco veces al día, para evitar la ansiedad antes del almuerzo y la cena. Así, hay que comer algo a media mañana y para merendar.
Sin obsesionarse, pero con ganas, seguro que recuperaremos el peso ideal de antes del verano. ¡Y no solo por el aspecto estético, sino por salud!