«La moda pasa de moda; el estilo perdura». Lo dijo Coco Chanel y deja claro que una cosa es vestir a la moda y otra, muy diferente, tener estilo a la hora de vestir.
Si en internet buscamos tendencias de moda de hombre para el 2020 y estilos de vestir, obtendremos resultados sustancialmente diferentes. En el primer caso, vemos desfiles donde los modelos lucen ropa ancha, colores estridentes, transparencias y camisas femeninas; todo ello poco adecuado para el día a día. En el segundo caso, también aparecen modelos, pero en la calle, en situaciones cotidianas, con ropa adecuada para la ocasión y actividad, con estilos personales construidos a partir de lo que ya existe, pero añadiendo elementos particulares que les marcan la diferencia. Así pues, tener estilo es saber vestir para cada ocasión y, a su vez, expresando la identidad propia.
De estilos de vestir para hombre hay muchos, pero la clasificación básica configura seis: urbano, hípster, deportivo, motero, casual y clásico. El urbano mezcla comodidad, practicidad y estética. El hípster recupera pasado, historia y todo lo vintage; una frondosa barba bien cuidada es su sello identificativo. El estilo deportivo no quiere decir vestirse para ir al gimnasio, sino escoger piezas cómodas, como sudaderas o zapatillas de deporte, y lucir la marca de forma escandalosamente visible. El motero va asociado a un estilo de vida en libertad, con rebeldía y una pizca de anarquía, con la chaqueta de cuero negra como elemento más representativo. El casual, el más habitual, aboga por la comodidad con un toque de elegancia y personalidad. Y el estilo clásico sobrevive a las tendencias y tiene el traje para hombre como pieza estrella, acompañado de una camisa elegante, unos zapatos formales de piel, la corbata y un detalle imprescindible: el pañuelo de bolsillo.
Todos los estilos pueden encontrarse en las tiendas de illa Carlemany, el centro de Andorra, donde el estilo y la moda van de la mano.